Seguidores:

sábado, 22 de junio de 2013

305. -WE'RE GOING TO BE FRIENDS.-

Parece increíble el paso del tiempo, ¿no? Un hecho magnífico e inexplicable.
Los que un día fueron tus amigos, estuvieron a tu lado, ya ni de ellos perdura el olor. Ahora te encuentras con un camino del que no ves el final; una mochila a la espalda, un kilo de drogas y bebida que te harán compañía bajo una hoguera durante largas noches de ese camino.
¿Y qué pasará cuando llegué a mi destino? Que volveré a emprender uno nuevo, porque la vida es eso;
continuo cambio, continuo movimiento.
Y quien sabe, quizás tú y yo volvamos a caminar de la mano, juntos, por alguno de esos caminos.
http://www.youtube.com/watch?v=7Ak0-VFSfEk

martes, 18 de junio de 2013

304. -LIFE GOES ON.-

http://www.youtube.com/watch?v=Xoy5QAjKRJE
'Es como tener que ver a una madre llorando, o el vacío que deja un ser querido al despedirse. Mi abuelo en el cielo, termino recordando. Solo me quedan fotos y mil cosas que decirte.'

303. -GIVE ME WINGS.-

La lluvia una vez más en la ventana. El frío preside mi corazón, ha vuelto.
Recordando esas palabras, ese no te quiero. Con ese año arrastrando errores, con este no me reconozco frente a ningún espejo. Nunca pensé que me pesarían todos esos polvos, todos esos sueños que hoy ya se han caído. Puede que todo fuese más fácil si me parase delante de algún coche y que el destino decidiese si es el momento de abandonar o aguantar. Que sé que no lo voy a hacer pero siempre queda ese 'quizás'.
Cuando te miraba y te pedía que me salvases, iba en serio, eres lo mejor que he llegado a tocar con la yema de los dedos. Eres un recuerdo que perdurará en cada año de mi vida, aún incluso si llego a salir de esto. Eres los labios más tiernos que he llegado a besar, aún sabiendo que esos no han sido pocos.
Yo, intentando jugar al: No me creo que estemos destinados.
Hoy te veo y sé bien que no queda nada, que el tiempo ha hecho daño, que ha borrado de tu cabeza mi número, mi sonrisa tonta, mis mil excusas para no irme de tu casa.
Que ya no servirá de nada subirme al tejado más alto de toda A Coruña y gritar que nunca dejaré de quererte, porque, sé que ya no estarás para escucharme. En días como este en los que no me queda nada, en días como este en los que me gustaría no haberme levantado de la cama. Hoy soy la que te pide que vuelvas, que necesito resucitar y que alguien me lleve lejos de esta mierda.
                                                 








'Lo de matarme, solo podía tu mirada.'

lunes, 17 de junio de 2013

302.

Creo que si el ruido del ascensor y tu voz intentando sacar un tema de conversación se hubiesen, por un pequeño instante, parado, se hubiesen escuchado los latidos de mi corazón yendo a mil por hora por un motivo que sabía que no encontraría hasta años después.
La sensación que sentí cuando entré, cuando abriste esa puerta, cuando escuche la música, cuando vi que no había escapatoria, que allí estaba y que tampoco quería que la hubiese.
Tú, quitándote los zapatos, yo siguiendo tus movimientos. Eramos unos desconocidos, riéndonos, en un salón que acogería pocos segundos después nuestro primer beso.
Supongo que para ti uno más, si me preguntas a mi, que sepas que todavía no lo sé, que todavía no lo entiendo.
Bonita era tu forma de besar, despacio, sin prisa, algo a lo que yo me enfrentaba como una inexperta. Mi miedo iba desapareciendo de mi ser, y en su lugar, me invadían unas ganas inexplicables de poseerte.
Te acostaste sobre la cama y yo no podía hacer otra cosa que acudir a tu llamada.
Seguías besándome mientras tus cálidas manos recorrían mi espalda. Me desabrochaste la camisa, el sujetador y acto seguido, sentí que yo no podía quedarme atrás y las prisas hicieron que fuese un completo caos lo de sacarse la ropa. Pero allí proseguíamos en la misión de disfrutar la vida, la juventud otorgada.
Desnudos como cuando fuimos traídos al mundo, sus besos cada día me sabían mejor, fue lento, fue mordiendo mi cuello. Y yo no sabía como actuar, me reía, estaba viviendo, me estaba sintiendo viva y eso formaba parte de mi definición de algo perfecto. Sus dedos bajaron y consiguieron llegar hasta mis piernas; yo me deje llevar, para mi no era alguien más, era alguien que merecía la puta pena.
Llegó el momento al que el pánico era su definición. Lo sentí dentro, y no tuve miedo. Lo quería, lo quería dentro y no hubo obstáculo alguno para impedir que durante treinta minutos sintiese el mejor placer que había llegado a sentir en toda mi vida. Su colonia, su espalda, todo.
No sé que coño pensé que pasaría después, pero,
 'Tan solo fue felicidad un rato, volví a casa con las manos apestando a amor barato.'