Seguidores:

lunes, 17 de junio de 2013

302.

Creo que si el ruido del ascensor y tu voz intentando sacar un tema de conversación se hubiesen, por un pequeño instante, parado, se hubiesen escuchado los latidos de mi corazón yendo a mil por hora por un motivo que sabía que no encontraría hasta años después.
La sensación que sentí cuando entré, cuando abriste esa puerta, cuando escuche la música, cuando vi que no había escapatoria, que allí estaba y que tampoco quería que la hubiese.
Tú, quitándote los zapatos, yo siguiendo tus movimientos. Eramos unos desconocidos, riéndonos, en un salón que acogería pocos segundos después nuestro primer beso.
Supongo que para ti uno más, si me preguntas a mi, que sepas que todavía no lo sé, que todavía no lo entiendo.
Bonita era tu forma de besar, despacio, sin prisa, algo a lo que yo me enfrentaba como una inexperta. Mi miedo iba desapareciendo de mi ser, y en su lugar, me invadían unas ganas inexplicables de poseerte.
Te acostaste sobre la cama y yo no podía hacer otra cosa que acudir a tu llamada.
Seguías besándome mientras tus cálidas manos recorrían mi espalda. Me desabrochaste la camisa, el sujetador y acto seguido, sentí que yo no podía quedarme atrás y las prisas hicieron que fuese un completo caos lo de sacarse la ropa. Pero allí proseguíamos en la misión de disfrutar la vida, la juventud otorgada.
Desnudos como cuando fuimos traídos al mundo, sus besos cada día me sabían mejor, fue lento, fue mordiendo mi cuello. Y yo no sabía como actuar, me reía, estaba viviendo, me estaba sintiendo viva y eso formaba parte de mi definición de algo perfecto. Sus dedos bajaron y consiguieron llegar hasta mis piernas; yo me deje llevar, para mi no era alguien más, era alguien que merecía la puta pena.
Llegó el momento al que el pánico era su definición. Lo sentí dentro, y no tuve miedo. Lo quería, lo quería dentro y no hubo obstáculo alguno para impedir que durante treinta minutos sintiese el mejor placer que había llegado a sentir en toda mi vida. Su colonia, su espalda, todo.
No sé que coño pensé que pasaría después, pero,
 'Tan solo fue felicidad un rato, volví a casa con las manos apestando a amor barato.'

2 comentarios:

  1. Hola, preciosa entrada, acabo de poner mi blog al día, te sigo y me encanta leerte, ¿podrías recomendarme a tus bloggers? Muchísimas gracias y sigue así.
    http://montoutdanscemonde.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Hola! Bueno, decirte que tienes que recoger un premio por mi blog! http://callameabesos.blogspot.com.es/2013/06/premio-one-lovely-blog-award.html
    Besitos de fresa!

    ResponderEliminar