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sábado, 30 de marzo de 2013

284.


'Me arrastraba entre las sábanas intentado buscar el calor que en mi, había dejado de habitar hacia ya demasiado tiempo, sabiendo que, no iba a encontrar aquello que quería.
Por muchas mantas que tuviese encima, el corazón seguía frío.
''Le quiero tanto..'' *Una lágrima se deslizaba por mi cara* y el sueño, por fin, se apoderaba de mi.
Un día más, lo sabía, lo sentía.'

jueves, 28 de marzo de 2013

283.



"Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás."
Y olvidaré el reloj, para no tener que volver a casa, junto las llaves, el móvil y demás cosas que puedan ayudar a saber de mi paradero. Cogeré la maleta y cuando no haya nadie que pueda escucharme, saldré por la puerta y cuando coja el ascensor y baje y llegue hasta la puerta que me lleva hasta la calle, me pondré mi abrigo, porque, claro, ahí afuera hará frío esa noche. Caminaré con mi maleta a espaldas hasta la estación y con el poco dinero del que dispongo, cogeré un tren, el tren que me lleve lo más lejos posible.

Cuando ya esté llegando a mi destino, observando los paisajes tan distintos a los que se podían ver en la tierra que deje atrás, de la que huí, me daré cuenta de que no me echarás de menos ni de que no te importará no volver a verme en mucho tiempo. Me daré cuenta de que viviré debajo de un puente o algo no mucho más lujoso hasta que consiga prostituirme o algún trabajo del que no se necesiten demasiados estudios, porque, claro, gasté todo mi dinero en ese pasaje a ese lugar tan remoto y perdido.
Me quedan tres cajetillas de cigarrillos, que compré precavida, aunque sé que no me durarán más de un mes o dos. Un mechero con gas, suficiente gas como para que alguna fría noche, en algún bosque, pueda encender una hoguera.
Con la esperanza de que nadie me busque y, a consecuencia de eso, me encuentre, día tras día; semana tras semana; mes tras mes; y quizás, si consiga sobrevivir, año tras año, olvidaré los gritos de mis padres separados, olvidaré tus miradas vacías, olvidaré tu sofá, tu pelo, tus labios y olvidaré el cielo al que me subiste durante unos pocos segundos.
Y quizás, algún día, yo sea la vagabunda que pela patatas en tu casa de adinerado y sé bien que tú no me reconocerás aunque igualmente, te daré un nombre falso, el cual, doy fe que también olvidarás. Soy una vagabunda, no me diste importancia en su momento, ahora, ¿qué voy a esperar de ti?.
Pero, claro, yo recordaré tu nombre, tus apellidos, tu pelo, el cual estará más envejecido con el paso del tiempo; veré a tu posible esposa qué, quizás, fue ella. Veré a tus posibles hijos, tu trabajo de ensueño. Al final, parece que no cumpliste tu sueño y, llevas una vida normal, como el resto. Tu y tu familia al lado de la chimenea, en una fría noche de invierno...yo ya he acabado mi trabajo, me despido, sin importancia...como me gustaría gritarte: Eh, te acuerdas de mi, fui aquella que te dí todo con tan solo quince años; decirle mi nombre, decirle que si nos hemos vuelto a encontrar ha sido por algo, por casualidad, por el destino, porque estamos destinados; pero, no lo hago y salgo por la puerta, hoy me dispondré a dormir debajo de un puente, para conseguir ahorrar o me gastaré lo poco que me pagan en alguna pensión barata, llena de cucarachas y chinches. Esa noche, sé bien que lloraré recordando fechas, recordando polvos, recordando besos; recordando todo lo que un día decidí dejar atrás.
¿Acaso si no hubiese abandonado, si no hubiese huido de todas aquellas cosas que me ahogaban, ahora hubiese sido yo tu mujer, la mujer que está sentada a tu lado, abrazada junto el calor que propinaba la chimenea, sabiendo que cuando los niños sean inundados por el sueño, dentro de escaso tiempo, echaréis un polvo? ¿Acaso hay alguna forma de saber que nos hubiese pasado, si, hubiésemos tomado un camino diferente al que decidimos tomar? ¿Acaso la vida no es eso? La vida, ese camino lleno de dudas, ese camino con diferentes oportunidades, que puede llevarte a la cima o a la miseria o al infierno más profundo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

282.

'Me he pasado los primeros años de mi adolescencia...¿sola?, ¿triste?...no lo sé, que más me da.'
'Me he pasado un año y no sé cuantos meses esperando algo de alguien que no me tenía que dar nada y yo, cual niña caprichosa tiraba cosas al suelo y gritaba y lloraba...el amor no correspondido y esas cosas que nunca entenderé.'
'Y cuando me quiera dar cuenta, veré que he perdido tantos segundos, como el reloj que representaba eso, aquel reloj que vi en mi viaje a Cambridge, que he perdido segundos en algo a lo que no encontré explicación y me destrozó por dentro.'
'¿Y qué hay más valioso que el ser amado por alguien, el ser feliz una tarde con tus amigos...? El tiempo para poder hacer todo eso.'

281.

Era habitual la lluvia en mis tardes.
Eran habituales una cajeta y media de cigarrillos fumada en una tarde, cada vez que bajaba con Vio.
Era habitual ir al Divier TT cada vez que bajaba con Pau, Bell, Gala, Fer, Javi, etc...
Era habitual ir a comer a casa de mi abuela los miércoles o jueves con mi hermano para que nos diese dinero.
Era habitual el café frío del Gadis antes de ir a clase. Era habitual llegar a y treinta cinco.
Eran habituales mis mil y un remordimientos por creer que hice mal aquello y lo demás.
Era habitual llevar medias sin pantalones. Era habitual suspender unas cuantas sin ninguna pena.
Era habitual tener tantísimas faltas de asistencia que no se me haría raro que llamasen a asuntos sociales.
Era habitual latar con Vio, Laura, Carlos, Sebas, etc...
Era habitual ser yo, ese completo desastre, con todos ellos.
''Y cuando sea demasiado vieja para recordar todos estos detalles, los recordaré a ellos, a sus nombres y les daré gracias desde el lugar en el que esté.''

sábado, 23 de marzo de 2013

280.

Daba vueltas en la cama, creo que hasta gritaba su nombre los primeros días...nunca caía al suelo, aquella cama era demasiado grande. Amanecía demasiado pronto a lo que yo estaba acostumbrada; el primer día me levanté, me lavé la cara creo recordar y de ese día tan borroso, tan 'me encantaría recordar cada uno de los detalles pero no me llega la capacidad'.
Tomaba café, allí, viendo conejos. Rodeada de gente a la que no comprendía pude comprender que no importa quien se vaya, quien venga...que somos libres y eso ya lo hace a todo maravilloso.

miércoles, 13 de marzo de 2013

279.


Lo que daría para que una ráfaga de viento me devolviese el olor que dejaste con el tacto de tu mano sobre la mía. 
Lo que daría por volver a correr detrás de ti bajo un vago sol que anuncia que queda menos para la Primavera. 
Lo que daría por volver a insultarte porque te estás yendo. Lo que daría por volver a decir que no te volvería a hablar, que te rieses...que me abrazases.
Lo que daría por volver a sentir el calor y el recomfort de tus labios, de nuevo. 
Lo que daría porque lo de ayer volviese a ser hoy. 
Y abrazar, gritar y llorarle al aire, que ya no sirve, que ya no te trae de vuelta.
Hoy moriré por ti mientras todavía está a fuego grabada nuestra fecha.

                                                               Algún día, a estas horas, no recordaré que te recuerdo.

martes, 5 de marzo de 2013

278.

Abrázame, conviértete en mi manta aunque ya haya salido el sol. Hazme esperar hasta las tantas aunque aparezcas conectado desde horas tempranas, pero, háblame. Hazme decir tonterías mientras tú también las dices. Llámame loca y yo te llamaré idiota. Déjame llamarte, mantener largas conversaciones telefónicas. Entonces, quedaremos de vez en cuando y no rehusarás a la hora de besarme. Abrázame cuando acuda a ti dando saltos porque estás ahí. En la primera cita, olvida al sexo, perdiéndonos por algún lugar poco transitado. Dame eso durante unos pocos días, dos meses o un tiempo indefinido.
Sé que te irás. Que habrá un día que por mucho que mire a mi alrededor, que por muchas calles que recorra, no te encontraré, no te encontraré en ninguna.
Pero, permíteme conocerte y que me conozcas mejor. Que puedas enamorarte de mi mientras yo te entrego todo. Un día, una hora. Pero déjame deleitarme con el placer de habernos encontrado en esta vida.
No te vayas sin dejar una huella imborrable. Hazme tuya, hazme sufrir y hazme feliz.