Es como si culpase al pasado de que el presente no sea como esperaba, o como si intentase buscar en él, consuelo. Como si desease que te fueses pero que antes te despidieses de mi. Como si no te quisiese ya pero apegarme a ti fuese el único recurso que me queda para sacar fuerzas cada mañana, apagar el despertador, vestirme, volver al mundo real.
Sabiendo que sigo manteniendo que si a las tres de la mañana, recibiese una llamada inesperada rogándome que fuese, inmediatamente, saldría corriendo por la puerta. Sabiendo que eres tú el que me recogerá en brazos cuando llegue. Ya ves, las cosas no han cambiado tanto como tú dices en tanto tiempo...
¿Acaso no sigo siendo esa cría que se ha perdido más de lo debido?, ¿qué vuelve al principio cada vez que las cosas no salen como quiere?
Ahora he cambiado de lugar habitual en el que esperarte, eso sí, porque quizás, también espero a alguien más. Porque se pasan las horas mirando al de metro noventa, al de los ojos verdes...como buscando una esperanza de que todavía puedo encontrar otro comienzo...como cuando prendo el cigarro esperando tiempos mejores; que mi padre no fuese mi padre; que mi hermano se cuidase más...como una historia que todavía quiero contar.
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