Recordaría todo. Detalle a detalle. Momento por momento. Recordaría las sonrisas, las lágrimas. La ira, el rencor, la desesperación que sentí. Los chicos que vinieron después de ti, y los que habían pasado por mi corazón antes que tú, dejando claro, que tú fuiste y serás el único que realmente me conoció y pudo llegarme más hondo. Recordaré los momentos malos, y por supuesto los buenos. Recordaré el privilegio que fue tenerte algún tiempo a mi lado. Recordaré los meses siguientes a tu partida, oscuros como fueron. Recordaré fechas, la ropa que solías llevar, tu corte de pelo, tu altura, tu sonrisa. Recordaré algunos de los sueños que hubiese deseado cumplir a tu lado. Recordaré la temprana edad a la que sometí mi corazón a su muerte. Recordaré algún día sentada en mi cuarto con mis nietos, hijos y marido, como te quise, te quiero y te querré siempre, porque te has llevado un trozo de mi corazón contigo, pero siempre hay momentos en la vida es los que es mejor decidir seguir adelante, sonreír y esperar a que te den puntos en las heridas para que se conviertan en cicatrices.
He leido esta entrada con demasiado sentimiento, me siento exactamente así. Exactamente como describes, y me viene su nombre a la cabeza, porque yo, yo ahora mismo también estoy sin él. Y duele. ¿Pero sabes qué? Hay que ser fuerte, porque llegará alguien que nos haga creer en el amor de nuevo. Besos desde:
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