Y debía de llevar ya una semana de instituto. Entre clase y clase, intentando cruzarme contigo por alguno de los pasillos del instituto. Hasta ahí, todo normal. Luego me dí cuenta de que me evitabas, sabía que sabías que yo estaba ahí pero que te daba igual o querías que pensase que te daba igual. Los primeros días me dedique a seguirte con la mirada, a preguntar por ti con tal de escuchar tu nombre, saber algo sobre ti. Luego, con la lluvia de fondo, música reflexiva, y darme cuenta de que ya nada volverá a ser parecido a antes, me resigno una vez más a que las cosas vienen y van. Que te has ido. Esta vez para siempre, que ya no te vas a pasar de nuevo por mi vida. Y me digo que no volveré a querer, a amar, a acostumbrarme a algo. No quiero volver a sufrir, a sentirme vacía. Y la asustadiza idea de que me pueda volver a pasar algo así hace que me cubra con una coraza, sombra de ojos, y una buena sudadera. Hace que no me de tiempo a bajar, a llorar, a verme débil. Porque se que aún habrá días en los que volveré a sonreír.
la verdad es que a mi al llegar al insti me paso igual la primera semana. Él me evitaba, o eso pensaba yo al menos. Y de verdad me estaba matando por dentro, hasta tal punto que decidí dejarlo por imposible. pero ¿sabes? volvi a la carga, y pensé que si él no me saludaba pues lo saludaria yo hasta que se hartara de mi y se atreviera a decirme a la cara que lo dejara, o bien hasta que todo volviera como antes. Ahora todo es incluso mejor que antes(: por eso, solo tienes que luchar un poco, y al final... siempre estara ahi
ResponderEliminarSaludos de la chica de los chicles, que insistio y lo consiguio(:
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wow! nunca me a pasado eso, por suerte, pero seguramente sea una situacion no muy agradable, de todas formas opino que debes de luchar por el. un beso
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