155.

Dulce cruel destino que te ha puesto de nuevo en mi camino. Maldito tú. Pero ¿sabes una cosa? Que ya no estoy segura de quererte. Por una vez he tenido miedo de que todo lo que sentía por ti se hubiese esfumado. Me hablabas y por un momento, note la falta de interés por mi parte, o más bien el daño que nos hizo el tiempo convirtiéndonos en dos extraños. Luego recuerdo cuando pierdo el norte cuando veo que hablas con otra, cuando veo que no todo está arreglado, y ahí es cuando me doy cuenta de que te has ido, que ya no formas parte de mi vida, pero que siempre quedará la ausencia del trocito de corazón que te llevaste. Y puede que algún día cuando te vea sentado en esas escaleras con tus amigos decida ir a pedírtelo. Soy demasiado cabezota ¿sabes? no tengo nada mejor que hacer que esperar a que me lo devuelvas. A que aquella atracción vuelva a nacer.