Seguidores:

domingo, 10 de junio de 2012

167.

Quiero llorar. Pero no puedo. Ya no soy capaz. Porque no serviría nada. Cuanto más lloro mis problemas se agrandan más. El sufrimiento sigue ahí tras las lágrimas. He intentando por todos los medios ser una persona fuerte. Que la gente vea que por mucho que hablen nunca me rendiré. La noche anterior me escuche gritar entre sueños. Me desperté y pude comprobar como pequeñas gotas descendían por mi cara. Y no podía evitarlo. Abracé a uno de mis peluches, el más grande, porque así conseguiría sentirme protegida aunque estuviese sola. Esas personas de hay fuera amenazaban con hundirme. Encendí la luz, y cogí recuerdos del pasado, algunas fotos, una cartulina con unas frases que una amiga del pasado me había escrito, nuevamente, lloré. Toda esa gente. Ya no estaba. Yo estaba sola. De alguna forma conseguí levantarme del frío suelo. Me metí entre las sábanas y mientras intentaba dormirme de nuevo, me hice la promesa de que debía aguantar.

2 comentarios:

  1. Pase lo que pase tenemos que aguantar siempre, hay que ser más fuerte que lo que se nos venga encima, que ya irán mejor las cosas.
    Yo siempre me digo que ninguna cosa mala es eterna; con lo cual, tarde o temprano tendrá que terminar.

    Un beso mujer, y ánimo.

    ResponderEliminar